descarga

 

El fenómeno de crecimiento del número de trabajadores autónomos o independientes no es exclusivo de España. El informe realizado por la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), a partir de los datos publicados por Eurostat para el III trimestre del año 2014, refleja como España sigue siendo país europeo en número de autónomos sin asalariados, con 2.067.000, solo por detrás de Reino Unido (3.748.000), Italia (3.720.200), Alemania (2.382.700) y Polonia (2.257.900). 

Por tercer trimestre consecutivo, la tasa de variación trimestral de este colectivo es positiva tanto en Europa como en España. Si bien en términos interanuales las tasas de variación de los trabajadores autónomos en España son significativamente inferiores a las del conjunto de autónomos de la Unión Europea de los 28. España registra una variación negativa en el tercer trimestre del año 2014 del 1,36%, frente al registro positivo del 0,53% en la UE.

Por países específicos, las tasas más positivas de crecimiento en los tres primeros trimestres de 2014 fueron las de Bulgaria (10,6%); Francia (+7,1%); Malta (+6,8%); Hungría (+4,6%) y Reino Unido (+3,7%). Alemania registró también un crecimiento del 0,3% mientras que en España fue del 1,0%.

Por el contrario, países como Croacia (-16,4%); Portugal (-8,7%); Grecia (-4,5%); Bélgica (-3,8%); Eslovenia (-3,4%) o Irlanda (-3,0%) presentaron, en el mismo periodo, tasas de variación acumuladas negativas.

El informe muestra también que en España el peso específico de los trabajadores autónomos sobre el conjunto de trabajadores del total del sistema aumentó en el último año en 0,4 puntos porcentuales, hasta situarse en el 11,8%. Mientras que en países como Italia (16,50%) o Alemania (5,9%) disminuyó en 5,3 y 8,2 puntos porcentuales respectivamente. Sin duda este dato proviene, según UPTA, de la evolución negativa de la Población Activa y del menor número de trabajadores en el Régimen General de la Seguridad Social.

Para Cesar García, secretario Institucional e Internacional de UPTA, estos datos demuestran que el crecimiento del trabajo autónomo está generalizado en toda Europa. «Pero el aspecto negativo puede ser que el fenómeno se reproduzca debido a las dificultades y mal funcionamiento del mercado de trabajo tradicional», señala García.