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Toronto (Canadá), 29 feb (EFECOM).- Canadá y la Unión Europea (UE) anunciaron hoy la revisión del controvertido capítulo sobre protección de inversiones del Acuerdo Global Económico y Comercial (CETA, por sus siglas en inglés), que se había convertido en un obstáculo para la ratificación del tratado.

Con la revisión del capítulo, y la finalización de la revisión legal del acuerdo, también anunciada hoy, Canadá y la UE dijeron en un comunicado conjunto que esperan la firma del CETA este año y su entrada en vigor en 2017.

CETA fue negociado en los últimos años por Ottawa y Bruselas y presentado como un acuerdo «histórico» por el anterior Gobierno canadiense del exprimer ministro conservador Stephen Harper.

Harper anunció en varias ocasiones, en 2013 y 2014, la finalización del acuerdo a pesar de que las negociaciones han continuado hasta el momento.

La ministra de Comercio Internacional de Canadá, Chrystia Freeland, y la comisaria europea para Comercio, Cecilia Malmström, dijeron que «como parte de la revisión legal, se hicieron modificaciones al capítulo de inversiones, tras discusiones entre la Unión Europea y funcionarios canadienses».

«Con estas modificaciones, la Unión Europea fortalecerá las provisiones sobre los derechos de los Gobiernos para regular» así como establecerán un tribunal sobre resolución de disputas «permanente, transparente e institucionalizado», añadieron.

«Estas modificaciones reflejan nuestro deseo de reformar la protección de inversiones y resolución de disputas y continuar trabajando juntos para mejorar el proceso, incluido trabajar con otros socios comerciales para buscar el establecimiento de un tribunal multilateral de inversiones».

En enero se supo que la UE solicitó al Gobierno canadiense la revisión del capítulo de inversiones del CETA ante el temor que el Parlamento Europeo se negase a ratificar el acuerdo por sentar un precedente en las negociaciones que la UE mantiene con Estados Unidos para la firma de un acuerdo económico similar.

La cláusula permite a inversores demandar a los Gobiernos si consideran que sus decisiones afectan a sus operaciones.

Una cláusula similar incluida en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en vigor desde hace más de una década entre Estados Unidos, Canadá y México ha sido criticada por organizaciones laborales y de consumidores por el poder que otorga a las grandes corporaciones.

La cláusula ha sido utilizada en varias ocasiones por empresas estadounidenses para presentar demandas por valor de centenares de millones de dólares contra Ottawa en los tribunales especiales que se establecen temporalmente y que no siguen las normativas jurídicas habituales.

Tras la finalización de la revisión legal del CETA, Canadá y UE dijeron que terminarán la traducción y revisión del texto en francés a los otros 21 idiomas del tratado de la Unión Europea.

Publicado en El Confidencial