¿Por qué siempre pago yo? Esta es la pregunta que muchos consumidores se han
hecho al formalizar un préstamo con su banco. La dinámica habitual en este tipo de producto
es que la parte prestataria (a quien el banco presta el dinero) sea quien asuma los gastos que
se derivan del “papeleo”…¡que no son pocos como bien sabéis muchos de vosotros!

Lo cierto es que, a pesar de que dicha práctica nos resulta manifiestamente injusta, no queda
más remedio que aceptarla si queremos obtener el préstamo hipotecario, sin que haya margen
de “negociación” con el prestamista en la mayoría de los casos.
Pues bien, el Tribunal Supremo se ha pronunciado al respecto indicando que esta práctica es
abusiva, ya que el prestatario (quien recibe el dinero) no es el principal beneficiario de la
operación; sino que, es la entidad bancaria quien obtiene una rentabilidad además de una
garantía hipotecaria que permite ir a un procedimiento especial de ejecución en caso de que el
deudor no pague sus cuotas.
A la luz de dicha sentencia, son numerosas las reclamaciones interpuestas contra las entidades
bancarias para recuperar los gastos asumidos por sus clientes: Notaria, Registro, Gestoría,
Impuesto, Tasaciones….
¡Si es tu caso, no dudes en consultarnos, te informaremos de la posibilidad de recuperar tu
dinero!