Ayer saltaba la noticia de la detención del ex presidente cuando regresaba precipitadamente de un viaje a Finlandia, tras reactivarse la euroorden de captura emitida desde España.

Muchas son las dudas sobre cuál será la consecuencia de esta detención. El futuro de Puigdemont depende en gran medida de la decisión de los Tribunales de Alemania ya que , son los que deben decidir si entregan al detenido al país que lo solicita; y para ello, valorarán si los hechos que se le imputan son constitutivos del delito por el que se le investiga, malversación y rebelión, y si dichos delitos están contemplados en Alemania como tal. El Código Penal alemán es menos “benevolente” que la legislación belga, lugar donde el expresidente había situado su residencia. La defensa del expresidente podrá conformarse con la decisión de los Tribunales alemanes u oponerse. Si se opusieran, se celebrará una pequeña vistilla en la que expondrán sus motivos, tras la cual, el juez decidirá si entrega al detenido a España o si, por el contrario, no. Este proceso podría demorarse varias semanas y, todo apunta, a que el argumento de la defensa de Puigdemont será que consideran que no se ha tratado de un proceso violento, si no de una “resistencia pasiva”.